Los primeros espejos de que se tiene noticia aparecieron sobre la Tierra 1.500 años antes de Cristo. Es decir, hace ahora más de 3.500 años. Se elaboraban sobre un metal al que pulían mucho para que quedara brillante. Los espejos prehistóricos eran casi siempre de cobre, aunque, a veces, también de plata.
En esta serie F.J.Pineda se adentra de nuevo en su particular mundo para mostrarnos la otra cara del espejo, el otro lado.
El síndrome del espejo, actúa como una metáfora muy útil para describir la actitud mental de una persona que está constantemente mirando al pasado, como cuando un conductor revisa el espejo retrovisor mientras conduce para ver lo que deja detrás de él, consiste en que el sujeto se observa repetidamente en el espejo tratando de comprobar si sigue siendo el mismo.
El Efecto Espejo es un concepto en psicología que sugiere que los aspectos de nuestra propia personalidad que no hemos aceptado o reconocido cuando los vemos en los demás, nos provocan una reacción automática de rechazo.
Para algunos expertos en temas paranormales, los espejos son considerados como portales dimensionales, es decir, como un punto de entrada y salida de energía espiritual.
El espejo es el símbolo por excelencia de la representación de la realidad. Esta representación es fiel sólo en apariencia pues ofrece una imagen idéntica pero invertida, mostrando una suerte de revés de la vida.
El Signo del Espejo se define como la incapacidad de reconocerse a sí mismo en su reflejo ante un espejo, pudiendo llegar a considerar que su reflejo es otra persona, generalmente con intenciones de hacerle daño. No obstante, cabe destacar que los pacientes con este tipo de síndrome no logran reconocer su propio reflejo, pero sí el reflejo de otras personas.
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